¡Por fin sábado! Seguramente ya os lo haya contado alguna vez, pero cuando llega el sábado no puedo evitar estar feliz, es mi día favorito de la semana y no sé exactamente por qué. Quizás es porque hubo una época en la que el sábado era distinto a toda la semana, además era el día en el que todavía me gustaba más salir por la noche que por el día, y tal vez con el tiempo, esa sensación se ha quedado en mí, aunque diste bastante con la realidad.
Hoy te quería contar una conversación que tuve hace sólo un par de días con unos amigos y me hizo reflexionar y reafirmar unas ideas que ya tenía…
Muchas veces hablo de la importancia que tiene que cada uno se dedique a lo que realmente le gusta hacer, las cosas salen mejor, las personas son más felices y dedican todo sus esfuerzos y sus sonrisas a que el resultado del trabajo vaya a ser un éxito absoluto. Es verdad que, hoy por hoy, muchos no podemos trabajar en aquello que más nos gustaría, sin embargo, me gustan la gente que aún así, realiza su trabajo con ilusión y esfuerzo para que resulte lo mejor posible. Esto mismo hablaba con mis amigos, el cómo nos desvivimos por nuestros trabajos, y la ilusión y empeño que ponemos para que todo esté perfecto y entre risas agradecimos no ser médicos (a los que admiramos y valoramos muchísimo), simplemente por el hecho de no sufrir la presión que debe ser que en un trabajo tan delicado no se obtenga un buen resultado. Creo que trabajar con la salud y la vida de las personas debe ser el trabajo más sacrificado, emocionalmente hablando, y más gratificante del mundo. Y no, no hablaré de la impotencia que me producen todos los recortes que los médicos y la sanidad están sufriendo.
Me gustan las personas trabajadoras, que se esfuerzan, que trabajan con ganas e ilusión para que cada paso profesional tenga un final satisfactorio.
Hace sólo dos noches, el Hotel Me Madrid, situado en la emblemática Plaza de Santa Ana, organizó una maravillosa fiesta en su terraza para presentar la apertura de Me Ibiza y Me Mallorca. La fiesta fue un éxito y hoy te lo quería contar.
Si no conocéis este hotel y estáis por Madrid, creo que después de ver las fotos vais a querer pasar por allí a tomar algo, mientras observáis la ciudad entera desde las alturas, sus tejados, sus casas y su magia, y si, además, podéis ir al atardecer, os aseguro que os enamoraréis completamente del lugar.
Sobre las ocho de la tarde, los medios de comunicación posaban alrededor de un photocall que esperaba ansioso la llegada de las caras más conocidas. ¡Nadie quiso perderse la fiesta! Entre los invitados pudimos ver a la maravillosa actriz Antonia San Juan, Bibiana Fernández, Rosi de Palma, la cantante Natalia, Laura Sánchez, María Castro, el Dj Carlos Jean, Fonsi Nieto, el actor Óscar Jaenada, bloggers de moda como Mario Ximénez, los míticos Pepino Marino y Crawford (que no se pierden una!) y muchos amigos del mundo de la comunicación.
Música en directo, Dj’s, bebida y un excelente servicio de catering cuyos camareros estuvieron atentos y sin perder la sonrisa en ningún momento. La gente estaba feliz y es que… ¿A quién no le gusta una fiesta? El ambiente era maravilloso y nosotros lo pasamos muy, muy bien.
Acudí al evento con mi amiga Carmen Barrios (directora de la agencia Nboca Comunicación), su novio Jeremy y mi amiga Rebeca (sí, ex componente de los míticos Bom Bom Chip, y eso a algunos invitados de la fiesta les pareció lo más vintage y maravilloso del mundo).
Allí nos encontramos con Sergio Barreda (director de BFace Magazine) y la periodista Carmen Santiago y ya no nos separamos en toda la noche. Las risas estuvieron aseguradas.
Me gustan las personas trabajadoras, que se esfuerzan, que trabajan con ilusión para que cada paso profesional tenga un final satisfactorio, por eso hoy quiero felicitar a mi amigo Tomás Palacios, que tuvo un poder de convocatoria excelente y quien puede y debe estar muy orgulloso del maravilloso evento que consiguió organizar. Gracias por todo, gracias al Hotel Me Madrid por una fiesta tan divertida y bonita. Gracias por mimarME, y mimarnos.
Feliz fin de semana, amigos!
Lorena.